En Colombia, el dolor lumbar es la tercera causa de consulta en los servicios de urgencias; la cuarta de consulta en medicina general; la primera de reubicación laboral y la segunda de pensiones por invalidez.
Se ha comprobado que independientemente del nivel de una población determinada, los problemas de lumbalgia se presentan con una alta frecuencia. Respecto a las estadísticas epidemiológicas, el dolor lumbar afecta entre 60% y 80% de la población en algún momento de su vida, y tiene una prevalencia del 50% entre la población trabajadora en edad adulta.
Es de buen pronóstico, ya que 90% de las personas se mejoran espontáneamente durante el primer mes de evolución. Nueve de cada diez personas lo sufren, en algún momento de su vida como consecuencia en muchas ocasiones de un mal estilo de vida. Tal y como asegura la doctora Margarita Camacho, Médico Cirujano y Magister en mercadeo, “las principales causas de estas molestias se asocian a las malas posturas, los movimientos incorrectos al cargar peso y agacharse, movimientos bruscos a la hora de realizar actividades laborales”.
El dolor ocasiona más espasmo muscular
Para el manejo del dolor lumbar, se tienen que hacer esfuerzos para disminuir el dolor en el paciente debido a que el dolor conduce a más espasmo muscular y a mayor espasmo muscular: más dolor. Este círculo vicioso tiene que ser interrumpido para tener éxito terapéutico en el dolor lumbar; es por esta razón que también en estas guías de tratamiento y dentro de la práctica clínica se considera el uso de los relajantes musculares como una opción de tratamiento que puede resultar en beneficios para los pacientes que los reciben.
Los relajantes musculares, o miorrelajantes, son efectivos para el alivio sintomático a corto plazo en los pacientes con dolor lumbar agudo y crónico. Sin embargo, la incidencia de somnolencia, mareos y otros efectos secundarios es elevada, lo cual ha limitado en muchos casos la utilización de este valioso grupo de medicamentos.
Los miorrelajantes deben usarse con cuidado y la tarea de sopesar las ventajas y las desventajas debe quedar a discreción del médico, que deberá decidir si un determinado paciente constituye un candidato apropiado para un ciclo de miorrelajantes.
Clases de dolor lumbar
· Lumbago Mecánico: más del 90% de los casos, secundario a enfermedades de las articulaciones o de los ligamentos de la zona de la columna o a lesión de músculos o ligamentos.
· Lumbago Neurogénico o ciática: 5% de los casos, generalmente por hernias del núcleo pulposo.
· Lumbago Inflamatorio: 1% de los casos, por ejemplo una espondiloartritis anquilosante.
· Lumbago por causas sistémicas o neoplásicas: 1% de los casos, como por ejemplo secundarios a tumores, metástasis espinales, tuberculosis de la columna.
· Lumbago Psicogénico: En este caso los individuos simulan dolor lumbar y buscan algún tipo de compensación emocional o económica. Además de estos están los lumbagos inflamatorio, tumoral e infeccioso.
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