Cuando ya en un porcentaje alto se han controlado los incendios forestales en la ciudad y con los cerros orientales parcialmente apagados, la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) entrega el balance de hectáreas consumidas por el fuego. Mediante un recorrido por la superficie afectada, apoyado por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, la autoridad ambiental concluyó que 45,55 hectáreas de bosque fueron calcinadas por los incendios.
Algunas de las especies nativas que se vieron afectadas por los incendios registrados desde pasado 31 de diciembre fueron los encenillos, mano de oso, cordoncillo, helecho marranero, chilco, raque y duraznillo. Mientras que en el sector de Montebello, ubicado en la localidad de San Cristóbal, el fuego quemó 31,58 hectáreas, en los Tanques del Silencio de Chapinero el área quemada fue de 13,97 hectáreas.
El incendio de San Cristóbal, que inició con la quema de un matorral de retamo espinoso, hizo desaparecer varias especies nativas de bosque altoandino, entre ellos ají de páramo y uva camarona. De las casi 32 hectáreas afectadas por el fuego en este lugar, el 45% correspondía a una zona de eucalipto en avanzado estado de regeneración natural con especies nativas, el 35% era bosque altoandino y el 20% restante retamo espinoso (donde inició la quema).
En Los Tanques del Silencio se vio afectada un área de bosque altoandino compuesta por especies nativas, equivalente al 35% del total del área quemada y el 65% de hectáreas restantes corresponde a especies exóticas como los pinos pátula y radiata, ciprés, acacias y eucaliptos.
«Aunque ninguna de las especies nativas afectadas está amenazada o en peligro de extinción, su presencia en los cerros orientales indica que se encontraban en un proceso de restauración ecológica avanzada, que tomará más de 15 años para empezar a reverdecer nuevamente», informó Juan Antonio Nieto Escalante, Secretario Distrital de Ambiente.
La proliferación de incendios forestales ha ocurrido en Bogotá a pesar de que desde diciembre ocho vigías expertos en incendios forestales han estado con el ojo puesto en los cerros. El problema es que la falta de lluvias y las altas temperaturas no son las principales causantes del problema. El cuerpo de bomberos de la ciudad han advertido que muchos casos han ocurrido por negligencia de los ciudadanos o por manos criminales.
Todas las autoridades ambientales encabezadas por el ministro colombiano de Ambiente, Carlos Costa, recomiendan a la comunidad que en sus paseos por los cerros no arrojen basuras, no hagan fogatas y que colaboren con la información de que dispongan cuando se produzca un incendio. Además, recordó que el Congreso colombiano aprobó el pasado año una ley del nuevo régimen sancionatorio ambiental que permite aumentar las multas a los infractores ambientales, la confiscación de sus bienes y la imposición de penas de cárcel.
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