Ayer a los 89 años de edad falleció en Bogotá el fotógrafo colombiano Manuel H., un hombre que dedicó toda la vida a la fotografía y retrató a toda la clase política del país, así como a los toros, otra de sus grandes pasiones.

«Manuel H. fue un fotógrafo totalmente autodidacta y un pionero en su oficio que registró con su lente los episodios mas importantes de la Bogotá de mediados y finales del siglo XX, caracterizándose siempre por su gran instinto y pasión y por estar ubicado en el lugar donde se registraban los hechos, como sucedió con las imágenes del trágico Bogotazo”, recordó la Secretaría de Cultura de la ciudad Catalina Ramírez Vallejo.

Manuel Hermelindo Rodríguez fue homenajeado en repetidas ocasiones por la Alcaldía Mayor de Bogotá. Precisamente su vida y obra quedó plasmada en el libro Manuel H, 70 años de reportería gráfica en Bogotá que publicó el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural y la Secretaría de Cultura, Recreación a comienzos de 2008.

Su profesión, la inició como fotógrafo taurino en 1946 y se hizo célebre por sus magníficos registros fotográficos, al popular Manolete. Su invaluable archivo está compuesto por más de 500 mil negativos en blanco y negro y 140 mil a color. Su muerte deja un gran vacío en el ámbito del periodismo nacional , pero a su vez, Manuel H quedará inmortalizado como un ícono de la reportería gráfica.

Recibió el Premio Nacional Vida y Obra y la Gran Orden Ministerio de Cultura por su trabajo con la imagen. La Ministra de Cultura Paula Marcela Moreno lamentó el fallecimiento, del fotógrafo colombiano. “Manuel H. entendió a cabalidad que el oficio de la fotografía era una construcción entre lo cotidiano y la mirada artística del fotógrafo, y que en la aparente normalidad existía la posibilidad de descubrir ángulos que dejaran huella en la memoria. En su trabajo retrató la realidad, le añadió su visión creativa, y nos dejó una obra que forma parte del patrimonio histórico del país y es desde hace muchos años un referente para todas las generaciones que trabajan con la imagen”, afirmó la funcionaria.

Deja en su colección un sinnúmero de cámaras fotográficas y de fotografías de todos los tamaños, colores y situaciones. Nunca se dejó manosear de los políticos a quien tanto tuvo a su lado. Fue y seguirá siendo un ícono de la fotografía en Colombia. Paz en su tumba.