La anemia es el trastorno nutricional más frecuente en el mundo y el menos tratado, consiste en un descenso del número de glóbulos rojos o hematíes, que contienen la hemoglobina encargada de trasportar el oxígeno desde los pulmones al resto del organismo, cuando los tejidos y órganos del cuerpo están menos oxigenados se deteriora la calidad de vida y salud del individuo.
Por esta razón, será el tema central del II Congreso Andino de anemia, este evento científico reunirá alrededor de 500 especialistas de diferentes disciplinas médicas y es organizado por AWGLA (Anemia Working Group Latin America) en el Hotel Cosmos 100 de Bogotá desde mañana 10 de septiembre y hasta el viernes 11.
Según la encuesta nacional de la situación nutricional en Colombia, en el país el 32,8 por ciento de las mujeres en edad fértil (13 a 49 años) y el 44,7 por ciento de las mujeres gestantes padecen anemia, situación considerada como un problema serio de salud pública.
Según estudios recientes la anemia es más frecuente en las mujeres, que además se encuentran en edad reproductiva y aquellas que cursan con una gestación, las principales consecuencias de la anemia en mujeres gestantes son: intolerancia al sangrado post-parto, retardo del crecimiento intrauterino, vaginosis bacteriana y mayor riesgo de aborto y de infecciones urinarias.
Las cifras dejan claro que la anemia por deficiencia de hierro en los niños lactantes menores de dos años genera secuelas neurológicas irreversibles, no corregibles a pesar de la adecuada corrección del hierro y de la anemia.
En ellos se evidencia lentitud en su proceso de desarrollo psicomotriz, dado por trastornos de aprendizaje en matemáticas y lecto-escritura, fácil cansancio y disminución en los índices del coeficiente intelectual, adicionalmente se frena el crecimiento y se afecta el desarrollo neurológico, infortunadamente estos niños son más propensos a infecciones repetitivas y tienen mayor dificultad para desarrollarse socialmente, son introvertidos y dependen más de lo normal de sus padres y cuidadores.
Por otra parte los adolescentes con anemia tienen mayor riesgo de presentar ansiedad, depresión y apatía social.
Según la encuesta nacional de la situación nutricional en Colombia, realizada por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y publicada en el 2006, en Colombia el 33,2 por ciento de los niños de 1 a 4 años y el 37,6 por ciento de los niños de 5 a 12 años presentan anemia.
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