Durante 2017 los usuarios de la red pública de salud no asistieron a 569.044 citas, que equivalen a 8,7% de las 6’508.497 que se programaron en las diferentes unidades de las Subredes Integradas de Servicios de Salud de la ciudad de Bogotá. Este incumplimiento de los pacientes le significó al Distrito pérdidas por más de $21.900 millones de pesos.

Las inasistencias a consultas de medicina general, enfermería, psicología y las atenciones con especialistas, entre otros servicios, implican la reprogramación y el agendamiento de médicos y personal asistencial. En promedio, cada cita perdida tiene un valor de $38.591.

Una de las estrategias con las que la Secretaría Distrital de Salud (SDS) busca reducir este fenómeno es la implementación este año de la Línea Única Distrital de Citas Médicas. Mediante este servicio los pacientes podrán agendar o cancelar las citas de manera expedita y recibirán mensajes y llamadas de recordación y confirmación.

Los mayores índices de incumplimiento se registraron en las subredes integradas de servicios de salud Norte (19,2%) y Sur (18,7%). En la primera se programaron 702.795 citas y no se cumplieron 135.270. En la segunda se asignaron 1’413.909 y se incumplieron 264.615.

La subred integrada de servicios de salud Sur Occidente tiene la cifra más alta de citas agendadas (3’740.131) y a la vez el índice más bajo de inasistencias (2,3%). En la subred Centro Oriente se programaron en el período mencionado 651.662 citas y los pacientes faltaron a 82.533 (12,6%). En atenciones básicas como ginecoobstetricia la inasistencia es de 16,2%, en medicina interna de 10,9% y en pediatría de 16,7%.

En cuanto a las consultas de medicina general, el incumplimiento es de 11,9%. Es decir, de 1.248.134 citas asignadas, los pacientes dejaron de asistir a 148.641. Casos relevantes son los relacionados con especialidades como oncología clínica, endocrinología y cirugía plástica y estética, en las que la inasistencia es superior al 20%.

La SDS hace el llamado a los ciudadanos para que cumplan las citas médicas que programan en las diferentes Unidades de Servicios de Salud de la red pública, puesto que esta situación genera reprocesos administrativos y les quita a otros pacientes la oportunidad de ser atendidos. En comparación con 2016, la cantidad de citas a las que no acudieron los usuarios se incrementó en 34,5%.