En el año 1942 cuando Bogotá tenía 400 mil habitantes, el entonces alcalde Carlos Sanz de Santamaría propuso el primer Metro para la ciudad. Después de 75 años se sigue discutiendo cuál es la mejor opción para este sistema de transporte: si el metro elevado que propone el alcalde Peñalosa o el estudio que a un costo de 130 mil millones de pesos para la capital realizó la administración de Gustavo Petro.
La decisión del actual alcalde Mayor es construir el metro elevado argumentando que este “será más económico y se construirá más rápido». El concejal Nelson Castro afirma que: “hasta el momento, las discusiones que se han dado en el Cabildo Distrital sobre el Metro de Bogotá, son políticas y basadas en estudios de pre factibilidad y pre diseños, aun no se ha discutido sobre los diseños reales y la ingeniería de detalle que apalancará la construcción del metro elevado”.
El cabildante aclara que es necesario explicar que la línea del metro se construirá en los suelos de menor resistencia y características mecánicas, debido a que la formación de los suelos en Bogotá en su gran mayoría es lacustre y la profundidad de los sedimentos oscila en el primer tramo entre 400 a 500 metros de profundidad, el segundo tramo entre 200 a 300 metros y el tercer tramo entre 100 y 200 metros, (Ver grafica 1), se prevé que se tendrán que construir columnas a máximo 30 metros de distancia entre una y otra y las condiciones de riesgo se incrementarán.
Las observaciones del concejal Castro continúan advirtiendo que la línea metro se construirá en la zona de mayor riesgo sísmico de Bogotá, como se evidencia en el mapa sobre microzonificación sísmica de la ciudad, (ver grafica 2), conforme el prediseño, se construirá el tramo uno en la zona 5A y 5 que son las zonas de mayor riesgo sísmico en Bogotá, el tramo dos en la zona 5 y el tramo tres en las zonas 2 y 3, esto significa que conjugadas la sísmica y la geotecnia, la cimentación y la construcción de la estructura elevaran demasiado los costos de esta obra.
Ante la confusión por la apreciación de si es mejor el metro elevado o el subterráneo, se hace imprescindible recordar que en el estudio realizado por la firma Systra el 22 de noviembre de 2016, se entregó una calificación haciendo un comparativo de alternativas de ejecución por tramos y tipologías de la primera línea de metro para la ciudad de Bogotá (PLMB), con identificación y cuantificación de ahorros que optimizaran el beneficio contratado y presentado a la administración Peñalosa, para el indicador que califica el criterio ”Riesgo sísmico”, indicador riesgo sísmico para las estructuras, enmarcando la evaluación en una escala de uno a cinco, siendo cinco el menor riesgo y tres el mayor riesgo, valorando al metro subterráneo con 4,6 y al metro elevado con 3.
El concejal Nelson Castro señala que la construcción del metro elevado impactará negativamente la movilidad, pues se afectará la Avenida Primera de Mayo, principal corredor de ingreso y salida del sur occidente de la ciudad, en el mismo sentido, afectar la Avenida Caracas es paralizar el corredor por donde se movilizan más de millón y medio de pasajeros al día en TransMilenio, ¿por dónde se desviará el servicio de esta troncal?
La adquisición de predios es el talón de Aquiles para la gran mayoría de obras en Bogotá, el riesgo jurídico que se tiene es demasiado alto, pues se advierte que para la construcción del metro elevado se debe garantizar una ronda de 10 metros a lado y lado del borde del viaducto.
Un último aspecto relevante frente a la construcción del metro elevado es el de la intervención de las redes de servicios públicos, a juicio del cabildante éstas tendrán que ser trasladadas y renovadas en la mayoría de los casos, debiendo resaltar que en este aspecto no han sido exitosas las experiencias en obras construidas recientemente, tal es el caso del deprimido de la calle 94. «La administración Distrital debe tener en cuenta los estudios previamente realizados para la construcción del metro subterráneo, ya que este mitiga el impacto negativo en la movilidad, en lo jurídico para la adquisición de predios, en la afectación frente a las redes de servicios públicos y en el riesgo sísmico y geotécnico. Por estas razones, el metro elevado no será tan económico y no se construirá tan rápido», finalizó el concejal Nelson castro.
Deje su Comentario