Los niños de Bogotá se están alejando cada día de los colegios y cada vez son menos los que asisten por miedo a ser atracados, violentados o heridos cerca a sus planteles educativos. Son cerca de 500 mil niños y adolescentes del Distrito que tienen miedo de ir al colegio. Así lo hizo saber la concejal Martha Ordóñez al analizar las cifras del estudio de victimización escolar realizado por la Universidad de los Andes, donde uno de cada dos estudiantes encuestados asegura haber sido víctima de robo o atraco en la entrada o salida de sus colegios.
Ante esta problemática, la cabildante del Partido de la U realizó un debate de control político con el fin de identificar las fallas del programa «Caminos Seguros» que implementó la Administración Distrital a finales del año 2004 con el fin de proteger y garantizar el bienestar de los niños y reducir las amenazas que incidan o prevalezcan en el camino que hacen todos los días del colegio a la casa y viceversa.
Según Ordóñez, este objetivo ha sido descuidado por la Administración Distrital ya que no se volvieron a elaborar mapas de riesgos con los niños de forma periódica para ubicar las zonas críticas y se dejó de sensibilizar y de integrar a la comunidad en el proceso.
En este momento “no hay claridad si el proyecto tiene una asignación presupuestal y un soporte tanto técnico como jurídico que garantice la operatividad del mismo”, afirmó la concejal. Por tanto, sólo el 1,3 por ciento de los colegios distritales desarrollan plenamente el programa «Caminos Seguros» y el 20 por ciento está comprometido a continuar con su operación; esto después de que en el 2005 había 182 colegios implementándolo.
Entornos inseguros
En medio de la sesión, la cabildante aseguró que visitó 35 instituciones educativas en las localidades de Suba, Rafael Uribe, San Cristóbal, Chapinero, Ciudad Bolívar, Mártires, Kennedy y Bosa para verificar las condiciones de seguridad del entorno de los planteles. Lo preocupante, en su opinión, es que en la mayoría de éstas la señalización es deficiente lo cual ocasiona que muchos estudiantes sean víctimas de accidentes de tránsito.
Ordóñez señaló que disposiciones normativas como la que establece las zonas escolares con velocidad restringida y la cátedra de educación vial, “no se están implementando cabalmente en Bogotá”. Situación similar ocurre con las patrullas escolares que operan en los horarios de entrada y salida de los estudiantes a los colegios y que se fortalecieron en octubre de 2008 con auxiliares bachilleres.
Es posible identificar en los entornos de las instituciones educativas la existencia de pandillas, delincuencia común, expendio y consumo de drogas, porte de armas blancas y de fuego, agresión entre estudiantes, robos venta de alcohol a menores de 18 años y zonas de prostitución, entre otros problemas, que agravan la situación de seguridad de los estudiantes cuando se dirigen a sus colegios.
“La realidad, muy cruel por cierto, es que los niños, niñas y adolescentes de Bogotá son diariamente atracados, amenazados, apuñaleados, abusados, irrespetados, blanco de balas perdidas y tienen pánico de ir a estudiar”, afirmó Ordóñez.
Es tan crítica esta situación que en el colegio Gustavo Morales Morales, ubicado en la localidad de Suba,los jóvenes realizan constantes protestas, por medio de pancartas, donde expresan su inconformidad y el repudio a todos los tipos de violencia que enfrentan diariamente.
Igualmente, con esta forma de expresión pacífica piden a la Administración Distrital, a la Policía Metropolitana y a las demás entidades encargadas, a que tomen acciones pertinentes e inmediatas para solucionar esta problemática.
La concejal Ordóñez hizo un llamado a las Secretaría de Movilidad, Hábitat, Educación y de Gobierno para que articulen su trabajo, coordinen las estrategias en la materia y den cumplimiento así tanto a la Ley de Infancia y Adolescencia como a la Constitución Nacional.
La cabildante dijo que hay que dar prioridad a las localidades más violentas para desarrollar y fortalecer el programa de «Caminos Seguros«, mejorar las condiciones de entorno en los espacios que son desolados y peligrosos, hacer mas vistosas las señales de tránsito y promover procesos pedagógicos.
Por su parte los concejales Celio Nieves y Edgar Torrado coincidieron en asegurar que es necesario crear escuelas para “desaprender”, en donde los niños y jóvenes se olviden de los comportamientos violentos que han cultivado y representado debido a la influencia de los medios de comunicación, las calles y sus propios hogares.
Según Torrado, “un individuo sano es propositito y creativo. Un ser humano no puede construir nada en la vida si no se ha construido a sí mismo”.
Compromiso de la Secretaría de Educación
El Secretario de Educación del distrito, Abel Rodríguez Céspedes, reconoció que la entidad que tiene a su cargo no maneja directamente los temas de seguridad como expendio de drogas o atracos, señaló que los programas que se han adelantado son de carácter pedagógico y que deben fortalecerse al interior de los colegios con la ayuda de la Policía.
Según el funcionario, por ahora no es posible contar con la colaboración de policías profesionales en la materia puesto que se tiene planeado construir una red de monitores vinculados, que con la ayuda de cámaras de video, trabajará por disminuir la violencia que se vive en el entorno de los colegios.
Para la Secretaria de Gobierno, Clara López Obregón, la solución no está únicamente en aumentar el pie de fuerza policial ya que los actos de vandalismo “son una profunda enfermedad social”. Por tanto, pide que el Congreso de la República apruebe la ley que prohíbe el porte de armas para lograr avances significativos en la materia, ya que en algunas ocasiones no son suficientes las capturas de ladrones y la desarticulación de bandas que realiza la policía de Bogotá.
Finalmente, el Secretario de Movilidad, Fernando Álvarez, se comprometió a implementar acciones inmediatas para solucionar las problemáticas en cuanto a señalización, calles y transporte de los colegios distritales señalados por la concejal Ordóñez en su investigación.
Cifras
– 980.000 niños de colegios oficiales caminan para ir a su institución.
– En tan solo 6 meses se pasó de 50 a 98 colegios en condiciones críticas de violencia.
– El 40% de los colegios en condición crítica se ubican en las localidades de Bosa, Kennedy y Ciudad Bolívar.
– Tunjuelito, Engativá y Rafael Uribe Uribe representan el 20 por ciento.
– Suba, San Cristóbal, Antonio Nariño y Puente Aranda constituyen el otro 20 por ciento.
La encuesta realizada por la Universidad de los Andes sobre victimización muestra que:
– El 11 por ciento de los estudiantes en Bogotá se sienten inseguros dentro de sus colegios.
– 28 por ciento (500.000 niños) se sienten inseguros en el camino de ida y regreso a sus colegios.
Con la colaboración de Katherine Vela del Programa Bogotá Cómo Vamos.
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