Mañana jueves 9 de julio será derribado por la Alcaldía local de Kennedy el muro de Corabastos que colinda con el barrio Llano Grande de la misma localidad. Esta decisión afectará a más de 100 comerciantes, propietarios de acciones de las bodegas ubicadas al lado del muro a derribar, quienes adquirieron a Corabastos las mismas hace décadas.
En cumplimiento a una sentencia proferida por el Juzgado 37 Administrativo de Bogotá y confirmada en segunda instancia por el Tribunal Contencioso Administrativo Cundinamarca, cerca de 500 metros lineales de espacio público recuperará la comunidad de Llano Grande después de varios años de pugna jurídica con Corabastos.
Ante esta preocupante situación, la edil de la localidad perteneciente al movimiento político de Mira, Clemencia Ávila Nicholls, ha preguntado a la administración de Corabastos, en qué forma le va a responder a los comerciantes afectados por esta decisión, pues hasta el momento Corabastos ha guardado hermetismo frente al tema.
Los comerciantes aseguran que no han recibido ninguna solución o propuesta por parte de la administración de la central mayorista.
La edil exige a Corabastos garantizar los derechos de estos comerciantes que por muchos años han dependido de su actividad comercial en esta Central de Abastos y aseguró que “es inexplicable cómo Corabastos vendió y ocupó por más de 30 años un espacio público.
Pidió, además, a Corabastos que se reubique dignamente a todos estos comerciantes para que puedan ejercer sus labores y que sean indemnizados por los perjuicios causados a ellos y a sus familias, como por ejemplo, el good will y el acondicionamiento que le efectuaron a sus locales, entre otros.
Se espera que la solución para estas personas no se convierta en un pimponeo entre Corabastos y el Gobierno Distrital.