En un debate de control político en la plenaria del Concejo, cabildantes alertan que el cumplimiento de metas del Plan de Desarrollo de Bogotá está en niveles críticamente bajos, si se tiene en cuenta que este es el último año de gobierno de la actual administración no ha ejecutado, afirmó el vocero de Cambio Radical, concejal Roberto Hinestrosa.

El tema de  seguridad es el más alarmante, pues se ha retrocedido frente a las administraciones anteriores: la tasa de homicidios hoy es 150 por ciento superior a la definida por Petro en el Plan de Desarrollo y el hurto a entidades financieras aumentó un 344 por ciento frente al 2013.

El rezago, dicen los concejales se nota en temas como la movilidad donde vías como la Caracas y Autopista Norte tienen un avance del 0%, porcentaje igual al de aumentar en un 5% la construcción de la malla vial arterial. En Transmilenio la meta era ampliar la red en un 46%, pero el avance aquí se limita a la elaboración de los estudios de factibilidad  para la construcción de la Troncal de la Boyacá por parte del IDU.

“De 1.140 días de gobierno constitucional, ya se han pasado 1.117 y el alcalde no ha ejecutado ni siquiera la mitad de las metas contenidas en el Plan de Desarrollo. Es imposible que logre cumplir más de  la mitad en apenas 343 días, que son los que faltan para que termine su mandato.”, cuestiona Hinestrosa.

Al alcalde Petro le cuestionan lo social, donde se comprometió a gestionar el suelo para el Hospital San juan de Dios, pero la ejecución de dicho objetivo es 0%, así como la realización de estudios para la recuperación de las edificaciones de este complejo hospitalario. Otra meta incumplida en lo social es la de vincular a 21.000 vendedores informales a procesos productivos, pero hasta el momento apenas llega al 14% de ejecución.

Petro se defiende

Tras las denuncias, el alcalde Gustavo Petro enfatizó: “Es una doble moral, yo diría repugnante, porque los concejales de esa bancada, la de Cambio Radical, hundieron dos veces el proyecto de la financiación de la reconstrucción total de la Avenida Caracas y eso es imperdonable para una ciudad como Bogotá”, explicó Petro.

Y agregó, “la gente a diario debe subirse a los buses de Transmilenio y andar como en una montaña rusa en la Caracas por las losas que se rompen permanentemente”. “¿Por qué vienen a hacer un debate sobre las obras, incluida la Avenida Caracas? Eso se llama cinismo”, concluyó.