Cada día es común encontrarse trancones interminables en la calle 26 y la carrera décima y todos ellos ocasionados por los trabajos que se viene realizando en la adecuación de estas vías al sistema Transmilenio. Si bien es cierto que el sisteme le ha dado una nueva imagen a la ciudad, los ciudadanos que cada día utilizan estas avenidas no aguantan un día más los trancones.

La meta del Distrito de entregarlas y ponerlas en funcionamiento en agosto de 2010, pero, al parecer, este objetivo no se cumplirá debido a la improvisaciòn y lentitud con que estas avanzan. Mientras tanto los bogotanos soportan el caos, no solo vehicular sino también ambiental.
 
La improvisación en la obra quedó evidenciada cuando la Secretaría Distrital de Ambiente abrió investigación preliminar al IDU por tapar parte de los vallados de la calle 26, sin contar con los permisos ambientales necesarios. Adicionalmente el IDU dejó la puerta abierta y ha permitido que hasta el momento se realicen ajustes o modificaciones, por un valor superior a los 5 mil millones de pesos.
 
Según el Instituto de Desarrollo Urbano, la etapa de construcción de la obra inició el 17 de octubre de 2.008, con una duración estimada de dos años que deberán terminar en  agosto de 2010, pero a simple vista se observa  que estos plazos no se cumplirán ya que los avances de las  metas físicas y de obras, no llegan en algunos tramos al tres por ciento.
 
Desde el Concejo de Bogotá, la bancada del Movimiento Político Mira hace un vehemente llamado al Alcalde Mayor Samuel Moreno Rojas, para que se revise el cronograma de entrega de las obras, y de encontrar diferencias, se socialice con los bogotanos si las medidas adoptadas para mitigar el caos vehicular, como el aumento en el horario del Pico y Placa, van a perdurar por un tiempo superior al prometido por la administración en su momento.

Entidades que defienden el medio ambiente cada día ven con preocupación la tala de los árboles que adornan la calle 26 la que, sin ninguna duda, es la cara de Bogotá ante el mundo ya que por ella ingresan a Bogotá todos los visitantes que llegan por el Aeropuerto El Dorado.