La Corte Constitucional falló a favor la demanda instaurada por la Corporación Taurina contra la decisión del alcalde Mayor Gustavo Petro de prohibir las corridas de toros en la Plaza La Santamaría.
La orden le da a la Alcaldía Mayor de Bogotá seis meses para la reanudación del espectáculo taurino y para garantizar mecanismos contractuales que garanticen la continuidad de esta “expresión artística”.
La Corporación Taurina de Bogotá aseguró que se violó el debido proceso al terminar el contrato de manera unilateral, así mismo, sostiene que se malinterpretó la jurisprudencia de la Corte en donde prohíbe el sufrimiento de los animales o las torturas.
Los magistrados que tomaron la decisión fueron Mauricio González., Gabriel Mendoza y Luis Guillermo Guerrero, quienes estudiaban la tutela desde el pasado mes de noviembre del 2013 y afirmaron que las corridas en los municipios en que se presenta esta manifestación es “una tradición regular, periódica e ininterrumpida”.
Este miércoles, Gustavo Petro a través de su cuenta de Twitter dejó entrever que las corridas de toros volverían a La Santamaría. “Por cumplir sentencia de la Corte Constitucional fui destituido. Bogotá Humana cumple todos los fallos de la Corte”, escribió el mandatario capitalino en esa red social.
La Santamaría debe ser intervenida
Cualquiera que sea el uso de la emblemática Plaza, su infraestructura necesita un reforzamiento estructural y los estudios se conocerán en 10 días.
El Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) comenzó con las tareas para adaptar el lugar ya que el 50% de la plaza se encuentra en estado de vulnerabilidad y el Distrito plantea mejorar el espacio público que le rodea. Para este fin fueron asignados $37.000 millones.
Los animalistas
A propósito del fallo de la Corte Constitucional, Andrea Padilla, vocera para Colombia de AnimaNaturalis Internacional, afirmó: “el siguiente paso en esta batalla jurídica es que el alcalde solicite la nulidad de la sentencia, una vez se notifique, para lo cual tendrá un plazo máximo de tres días”.
Además, los defensores de animales han sido enfáticos en que “la abolición de las corridas de toros en Bogotá no puede seguir en manos de los jueces ni quedar sujeta a una eterna discusión de interpretaciones jurídicas”, por lo cual afirman que “a las corridas de toros les ha llegado la hora de apelar al voto popular”, agregó Padilla.
Los defensores de animales recuerdan que según los sondeos de opinión “más del 92% de los capitalinos rechaza la corridas de toros por considerarlas espectáculos crueles con animales”.
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