Un grupo importante de taxistas bogotanos ha presentado nuevamente la propuesta de no preguntarles a los usuarios de este servicio, el lugar a dónde se dirigen. Lo hacen para reivindicar la mala imagen que tienen los capitalinos sobre su servicio y se muestran avergonzados de como una parte de sus compañeros hacen quedar mal al gremio.

Como muestra de respeto hacia sus clientes, 10 mil taxistas bogotanos llevarán una calcomanía en el vidrio panorámico del automóvil dónde expresan su voluntad de prestar el servicio sin importar el destino pasajero, respondiendo así, a una de las mayores quejas presentadas por los usuarios.

Para ofrecer un mejor servicio, Uldarico Peña, uno de los principales empresarios de taxis en Bogotá, informó que de ahora en adelante los vehículos adscritos a Taxi Libre, deberán abstenerse de preguntar “para dónde va” el usuario. Este es uno de los regalos que se entregó a la ciudad en sus 476 años con el fin de evitar que los taxistas se nieguen a trasladar pasajeros hacia determinados destinos.

Los taxistas que participen en la campaña tendrán una calcomanía distintiva en el que se visualizará “yo no pregunto para dónde va”.

¿Qué pasó con el compromiso del año anterior?

Para el fin de año anterior el gremio taxista en pleno (53 mil), se había comprometido a no preguntar al usuario para dónde va, ni a negarse a prestar el servicio de taxi pues, de hacerlo, podrían pagar una infracción de más de 800 mil pesos.

Este fue uno de los acuerdos en diciembre de 2013, establecidos entre los taxistas y el Distrito en el marco de las celebraciones navideñas de la capital. Sin embargo, nada de esto sucedió y aún los bogotanos debemos antes de abordar un taxi, preguntar al señor conductor si está dispuesto a ir a dónde se requiere el servicio.

Cuando un taxista pregunta ¿para dónde va? y no presta el servicio, los ciudadanos se pueden quejar. Para recibir las denuncias funciona la línea 3649416, allí con la información del vehículo -placa, número de móvil y empresa- se tramita la imposición de la multa por negarse a cumplir con el servicio esencial.

Bogotá tiene cerca de 53 mil taxis, que para algunos es demasiado. El pico y placa deja fuera de servicio al día unos 10 mil que parecen pocos ya que conseguir un taxi en determinadas horas es imposible en nuestra ciudad.