Texturizando
Una estirpe anquilosa tejidos emocionales cuando la nomenclatura colectiva no genera motines de opinión; un epilogo puede resultar maltrecho si el descabello infecta circunstancias. Banderilleamos naciones al evitarse contemporizar toda realidad, cuya ofuscación pernocta entre la pereza que impide relatar verbos. Amanece y el cristal roto debe ser al predecesor como una vasta e irremplazable oportunidad; mirar atrás, permite obviar pasados.
Con orgullo tendríamos que desinstalar pausas inspiradas en vertientes de inclinación cómoda o débil; a un punto central, múltiples ascensiones conexas.
Refundir la identidad significa violentar destinos ensanchando ánforas endosadas al orfanato; caminar por inercia, oscurece nuestra señal. El ajedrez golpea en la cerradura para filtrar capacidades.
Tu geometría provisional consta de una sola fabula y mil deseos adyacentes. Conseguir que lo rítmico aromatice la historia, supondrá conceder pluralidad al estigma, lográndose reclutar sus propias celdas ya que movilizas lo estático.
Bucear con descaro tergiversa esfuerzos; la preeminencia interroga desertores. Rastrear los fondos del instinto proclama nuevos estandartes; ordenar la idea en un brebaje de proyección dubitativa, envenenaría democracias revestidas por filamentos cortos. Progresar entraña tolerar variadas respiraciones incrédulas beatificando juicios.
Lo profético ahonda en superaciones al guiarse bajo una corona denominada fe; la idiosincrasia humana permanece refugiada, con el miedo cubriéndole ambos costados. Develarla, implicaría vivir en lo invisible de la objetividad.
Frases de autoría del soliloquio:
– Tu duende resulta mi percepcion al evitar quebrantar nuestros recuerdos.
– Embarazo la idea y fusilo al estigma.
– Al espanto, una sombra de verdad sobre la propia debilidad.
– Remamos entre dos lineas intentando encarcelar nuestras angustias.
– La traición es un abolengo del verdugo egoista.
Copyright – ‘el halcon marcando territorio’ – Manuel Ignacio Serrano Restrepo
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