Una estación radial les estuvo consultando a los oyentes si a la coronel pasada de tragos y que se estrelló violentamente mientras conducía su carro, se le debía dar una oportunidad ya que tenía una hoja de vida realmente brillante y una conducta impecable. De 26 llamadas, 22 dijeron que sí, que se le debería dar la oportunidad “porque todos cometemos errores y”…

Yo no. No, coronel. Definitivamente no. Porque por cuestión ética, todos aquellos conductores, llámense secretarias, ejecutivos, vendedores, taxistas, loteros, etc., que cometieron la misma falta tienen el mismo derecho que usted, coronel y no podemos, por el simple hecho de ostentar un uniforme y un grado alto, ofrecerle el perdón. No, coronel…

Por todos los medios se ha insistido, no una, sino muchas veces, millones de veces que si usted va a tomar, entregue las llaves. Pero no, coronel, usted pensó que porque era de esta respetable institución, podía pasarse por la faja a quienes la hubieran detenido y hasta seguramente les hubiera sacado a relucir su rango y les hubiera dado la orden de permanecer callados. Pero no, coronel, así no son las cosas. Usted, antes que ninguno, debió dar ejemplo como lo dio a lo largo de su vida, de rectitud, de pulcritud, de disciplina y de conducta, pero lo que usted hizo no tiene ningún tipo de perdón.

Si así fuera, coronel Molta, el borracho que mató a una joven en la Carrera Séptima con Calle 51 de Bogotá, tendría el mismo derecho que usted y exigiría que lo dejaran libre en forma inmediata; o el taxista que dejó parapléjica a otra joven que iba en moto con su compañero y por estar pasado de tragos la fregó para el resto de su vida; o peor aún el alcalde de Nemocón que por hacerse el valiente, se tomó varias cervezas de más y mató a un ciudadano que iba feliz para su casa.

No, coronel. Definitivamente no. Y vea estas cifras que publica la revista Semana: entre el 1° de Enero y el 14 de Abril del 2010 hubo 407 accidentes relacionados con embriaguez, pero este año (2011), en el mismo período, se han registrado 505. Es decir, 98 más. Las cifras de muertos y lesionados por estos accidentes también subieron. Las víctimas fatales pasaron de 103 a 108, para un aumento del 4%; mientras que las de lesionados crecieron un 31%, al pasar de 513 a 674 casos.

En lo que va de este año, por culpa de conductores que manejan bebidos ya van 310 choques (76 muertes), 152 atropellamientos (18 muertos), 20 volcamientos (siete muertes) y nueve caídas de ocupantes de vehículos (4 muertos).

¿No le dicen a usted nada estas cifras? ¿No la hacen estremecer? ¿Qué hubiera pasado si usted hubiera atropellado a alguien y le hubiera causado la muerte? A mí esto sí me hace estremecer y creo, con todo el respeto coronel, que usted por dignidad debe retirarse de esta maravillosa institución…

Por: Jorge Consuegra