Cuando Omar toma un balón de fútbol, se olvida de todo lo que pasa a su alrededor. Su mirada está puesta únicamente en ‘la pecosa’. Mientras maniobra con la pelota, se imagina jugando en los míticos estadios de los equipos más grandes de la Liga Europea. El Club Barcelona F.C. de España es su gran meta.
Trabaja para ser como el 10 de la Selección Colombia, James Rodríguez, y para conocer al nuevo gran 9 del Manchester United, Radamel Falcao García. Esas metas son el motor de este joven que ha dedicado 11 de sus 16 años a entrenarse con una pelota de fútbol.
“Muchos entrenadores me han dicho que no sirvo para el fútbol porque soy muy chiquito, pero yo les digo: miren a Juan Fernando Quintero, él es un pitufo y miren todo lo que ha logrado, es uno de los mejores del Porto. Ahí se quedan callados y solo me dicen ‘vaya a jugar’”, afirma ‘Flechita’ en medio de risas.
Jugadas como cabecitas, veintiuna, globito y la bicicleta son ejercicios un poco complejos para futbolistas aficionados, pero para Omar son movimientos que ha perfeccionado con el paso de los años y que ahora los practica con una agilidad única, que hace honor a su apodo.
Las montañas son su cancha
El verde de la zona rural de Ciudad Bolívar es el escenario perfecto para que Omar practique fútbol en su tiempo libre. El colegio donde cursa 10° se llama Quiba Alta y queda en “pleno campo” como muchos profesores y estudiantes se refieren a él.
Esta institución educativa es pequeña pero está rodeada de montañas. Allí se puede respirar aire puro y solo se oye el mugido de las vacas y el cacarear de las gallinas. Es el escenario perfecto para que ‘Flechita’ saque sus dotes de futbolista y descreste a sus compañeros con muestras de buena técnica.
En el colegio, el encargado de los entrenamientos deportivos es Jim Henry Torres, director técnico de las selecciones femenina y masculina del colegio rural Quiba Alta. Este hombre, amante de la educación física y docente del Distrito desde 2010, es quien explota el talento futbolístico de 60 niños que sueñan, al igual que Omar, con llegar a las grandes ligas del balompie.
El trabajo es duro y los entrenamientos exigentes. Pero para cumplir los sueños de estos deportistas, en esta institución se ha ampliado la jornada de clases gracias a la política distrital de educación, el ‘Currículo para la excelencia académica y la formación integral 40×40’, con la idea de que los estudiantes formen el saber y el ser y, por supuesto, practiquen fútbol en un escenario diferente al de los descansos y a la clase de educación física.
En este momento, por cursar grado 10°, Omar se encuentra estudiando Administración de empresas, gracias al programa de Educación Media Fortalecida de la Secretaría de Educación del Distrito y su convenio académico con la Universidad Minuto de Dios.
Sin embargo, este joven no deja de entrenar. El profe Jim Henry, afirma que ‘Flechita’, cada vez que tiene un espacio libre, llega a jugar con los otros chicos y así va perfeccionando su técnica, jugadas y puntería cuando patea un balón. Además, es pieza fundamental en la selección masculina de Quiba Alta.
“Debo tener un plan B por si algo en el fútbol sale mal. Las matemáticas me gustan y, si no me convierto en jugador, por lo menos monto mi propia escuela deportiva y yo mismo la administro”, expresa Omar antes de iniciar el ‘cotejo’ del día. Han sido 11 años en los que el popular ‘Flechita’ ha entrenado, participado en torneos y recolectado medallas y triunfos.
Las escuelas que lo han acogido y lo han formado como un gran volante derecho son: Barcelona, Manchester y la escuela de fútbol nacional Colombianitos, con la que, en 2011, participó en la Copa ‘Alianza Sport’. En esa ocasión, su equipo quedó subcampeón del torneo, al perder la final contra Manchester City.
La ‘flechita’ más rápida de Ciudad Bolívar
Omar es uno de los mejores deportistas que tiene este colegio rural de Ciudad Bolívar. Por eso, en cada partido que se juega en esta vereda, este joven apasionado por el balompie se vuelve el protagonista con su talento inigualable.
En esta ocasión, el match será en la cancha de la sede B. Un espacio pequeño pero perfecto para que Omar deleite a todos sus compañeros con sus jugadas de fantasía. Él será el capitán de su equipo, mientras que el profe Torres será el representante del onceno rival.
El partido está para no perdérselo. Poco a poco, los estudiantes se van acomodando alrededor de la cancha para convertirse, inevitablemente, en el público que grita, aplaude y apoya a sus jugadores favoritos. Nada que envidiarle a cualquier partido del fútbol profesional colombiano.
El juego transcurre en medio de patadas, caídas, gritos y atajadas únicas, al mejor estilo de David Ospina, tal y como lo afirma Germán, uno de los espectadores de este espectáculo, sentado en una banca del patio.
Muchos de los asistentes tienen la mirada puesta en los pies de Omar, que no deja de sorprender al público con sus jugadas, su facilidad para llegar al arco contrario y anotar el único gol de su equipo. “El de la dignidad”, como él afirma.
El resultado final: 7-1 a favor del equipo del profe. Un marcador que muchas personas, entre público y jugadores, comentan y comparan, pues fue el mismo del partido entre las selecciones de Alemania y Brasil en la semifinal de la Copa del Mundo 2014.
Al final de la jornada, la cancha del colegio queda desolada, Omar se cambia rápidamente para ir a almorzar y luego, seguir con sus clases de química y física. Hoy, ‘Flechita’ está realizando pruebas para entrar a las inferiores del equipo antioqueño Nacional.
Y si sus sueños siguen en la dirección correcta, luego de graduarse de bachiller, quiere viajar a Europa. Los directivos de la cantera de inferiores del equipo Club Barcelona F.C. ya pusieron sus ojos en él y serán ellos los patrocinadores de un sueño que hasta ahora está empezando: ser el mejor jugador profesional del fútbol colombiano.
Por Carolina Buitrago
Fotos Juan Pablo Duarte
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