La fibromialgia es un trastorno que causa dolores musculoesqueléticos y puede afectar articulaciones, músculos, ligamentos, huesos, sistema nervioso y hasta problemas gastrointestinales. Los pacientes con este trastorno suelen tener “puntos hipersensibles” en el cuerpo, los cuales se encuentran en espalda, cuello, hombros, brazos, caderas, entre otras.
Dado que el dolor generalizado es la característica principal de la fibromialgia, es importante que el paciente pueda describir el tipo e intensidad de dolor que siente. “Puesto que esto podría ayudar a distinguir entre la fibromialgia y enfermedades con síntomas similares, como el hipotiroidismo y la polimialgia reumática”, aseguró la doctora Bilena Margarita Molina, anestesióloga, especialista en dolor y cuidado paliativo.
De acuerdo con la doctora Molina, la fibromialgia, debido a su desconocimiento, es una patología que plantea muchos desafíos a médicos y pacientes en términos de diagnóstico y tratamiento; pues los pacientes pasan hasta 3 años buscando una solución a su enfermedad y lo que hace más difícil la situación es que tienen que pasar de especialista en especialista sin lograr su diagnóstico.
De acuerdo el Journal de la Asociación Médica Americana, se estima que entre el 2 y el 8 por ciento de la población puede tener fibromialgia, y se considera que es más frecuente en las mujeres, debido a que tienen más puntos sensibles en comparación con los hombres.
“La fibromialgia se puede diagnosticar a cualquier edad y puede ser una predisposición genética o por algún evento en la vida que aflora la enfermedad. Generalmente existen algunos factores desencadenantes que causan la fibromialgia, pueden ser problemas en la columna vertebral, artritis, lesiones o estrés”, aseguró la doctora Molina.
Diagnóstico
Un examen físico puede ser útil para detectar la sensibilidad y para descartar otras causas de dolor muscular. Sin embargo, no hay exámenes específicos (tales como radiografías o análisis de sangre) para diagnosticar esta enfermedad. Lo que implica realizar exámenes para descartar otros problemas de salud que puedan confundirse con la fibromialgia.
Según la doctora Molina, el diagnóstico y tratamiento, son retos de todos, tanto de los pacientes, como de los médicos de atención primaria y especialistas ya sea en manejo del dolor, reumatólogos, fisiatras, neurólogos y médicos internistas, entre otros.
Abordaje
“Para un paciente con fibromialgia es fundamental un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado desde el inicio de la enfermedad, para evitar complicaciones y riesgos a largo plazo. La mejor alternativa para el control de este trastorno es combinar tanto las terapias farmacológicas como la actividad física, guiadas por un especialista, de acuerdo al estado del paciente; con el fin de brindar un manejo integral de la patología”, puntualizó la doctora Bilena Molina, anestesióloga, especialista en dolor y cuidado paliativo.
Recomendaciones
– Mirar hacia adelante, no hacia atrás. Concéntrese en lo que tiene que hacer para mejorar su condición, de la mano del equipo de profesionales de la salud.
– A medida que sus síntomas disminuyen con el tratamiento adecuado, comience a aumentar su actividad física y social.
– Empiece a hacer las cosas que dejó de hacer por causa del dolor y otros síntomas.
– Alternativas como el yoga pueden mejorar la calidad de vida.
– Seguir un patrón regular al dormir.
– Realizar ejercicio regularmente, de acuerdo con las recomendaciones de su médico.
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